HISTORIA FUNDACIÓN EQUINOTERAPIA
“TIERRA DE CABALLOS”

Desde el año 2021, en Monte Águila, un grupo de personas con un profundo amor por los caballos y un deseo inquebrantable de ayudar a los alumnos con necesidades educativas especiales y fomentar el sentido de pertenencia hacia el Colegio Esperanza se unieron para crear la Fundación Tierra de Caballos.

Todo comenzó con Hilda Nuñez Chavarría, directora del Colegio Esperanza, quien, apasionada por su trabajo y las tradiciones campestres de acuerdo a sus orígenes, había notado que algunos de sus alumnos con autismo, problemas de convivencia o dificultades de aprendizaje respondían de manera asombrosa a las interacciones con los caballos y el medio natural que los rodea. Estas actividades les brindaban apoyo físico y emocional, permitiendo que los pequeños jinetes crecieran y prosperaran. Inspirada por esto, Hilda decidió investigar más a fondo y descubrió el mundo de la equinoterapia.

Hilda no estaba sola en su entusiasmo. Reunió a un grupo de personas dedicadas al rodeo y parte del equipo del proyecto de integración escolar del establecimiento educacional, con habilidades diversas que compartían su visión. Entre ellos se encontraban arregladores de caballos, petiseros y un equipo multidisciplinario compuesto por una psicopedagoga, educadores diferenciales, fonoaudiólogos, psicólogos y docentes. Por esta razón, la fundación es apoyada por la institución educativa y particularmente por su directora, como una organización sin fines de lucro dedicada a la equinoterapia. Su visión es ser reconocida local y nacionalmente por su atención integral e innovadora de calidad, atendiendo tanto el área formativa, como fisiológica, afectiva, social y comunicacional; siendo referentes ecuestres propios de nuestro país, como la monta y uso de caballos en armonía con el medio ambiente, en función del beneficio de sus usuarios y comprometidos con las transformaciones de la sociedad actual.

La Fundación Tierra de Caballos se constituyó oficialmente como una organización sin fines de lucro en el año 2023 en un lugar adecuado para establecer el centro de equinoterapia. La construcción del centro llevó tiempo y esfuerzo, con aportes de su fundadora y del Colegio Esperanza.

Los alumnos con necesidades educativas especiales llegaron al centro y se encontraron con caballos amigables y entrenados especialmente para este propósito. Las sesiones de equinoterapia demostraron ser una experiencia transformadora para los estudiantes, dando resultados asombrosos. Los estudiantes comenzaron a mejorar sus habilidades motoras y la confianza en sí mismos, estableciendo conexiones emocionales con los caballos que eran difíciles de lograr de otras maneras. Además, la equinoterapia les proporcionó un ambiente de aprendizaje estimulante y diferente al tradicional, lo que facilitó su desarrollo académico y social.

Hoy en día, la Fundación Tierra de Caballos continúa su misión de brindar espacios de apoyo, rehabilitación y crecimiento integral a través de la relación especial entre humanos y caballos. Ampliando sus horizontes y servicios, incluyendo la atención a toda la comunidad, ya sea estudiantes, familias y/o empresas que lo requieran.

Su historia es un recordatorio de cómo la pasión, la dedicación y la colaboración pueden crear un cambio significativo en la vida de las personas y en la comunidad en general.